la falta de alojamiento disponible impidió un disfrute más prolongado de la oktoberfest, en esta época del año munich está saturado. así que solo pudimos asistir el día de la inauguración y coger el vuelo de vuelta a las seis de la mañana. pero sirvió para hacerse un idea de lo que es aquello; demasiada gente y cerveza por litros.

la gente se sienta bajo unas carpas enormes a beber y comer durante todo el día, y nadie abandona su sitio, ya que solo sirven cerveza al que está sentado, de tal manera que ya de mañana todo esta copado y es realmente difícil conseguir beber. pero al final uno se arregla...

(hay más fotos donde están estas)